Después de leer y releer este poema tan precioso no tengo
elección, con permiso de su autor Iago de la Campa lo comparto con vosotros. Leerlo
despacito, descifrando cada palabra, sólo así podréis sentirlo. Estoy segura de
que más de uno se encontrará entre estas lineas. A mí me pone los pelos de punta.
Foto via: curlystripes
Tengo un problema conmigo, tú
Dicen que no
se puede ser feliz todos los días pero por lo menos hay que intentarlo, me
acuerdo cuando te preguntaba que querías ser de mayor y me decías que feliz, y
te agarrabas fuerte a mí, como si yo tuviera la culpa.
Vimos todos
los enfoques que pudimos sobre la teoría del caos con tu cuerpo de pizarra,
después de hacernos los valientes, de fingir que tú no tenías miedo a decirme que
si y yo no tenía miedo a que me dijeras que no, que aunque haya cosas que no
queremos escuchar, las respuestas pueden no ser las esperadas, y la pregunta
que nos iba a dejar sin nada, nos lo da todo. Y mira es mucho mejor arriesgarse
a fracasar, antes de seguir imaginándome futuros contigo, sin ti.
Tenemos
personalidades adictivas pero inconstantes, nos quisimos tanto tan pronto, que
nos hicimos tarde sin darnos cuenta. Y yo no quería hacerte más tarde, yo
quería hacerte noche. Nos quisimos contar tantas cosas que al final no nos
contamos nada, nos quisimos contar los lunares y la madrugada estaba nublada.
Tú querías historias para dormir y yo amor, quería una historia para no dormir,
de las que se viven y se recuerdan y no se cuentan.
Nos acabamos
como empezamos, pronto y a medias. Ahora prefiero odiarte un poco, a quererte a
penas. Me despierto algunas mañanas y aún me repito, “tengo un problema
conmigo, tú.”
Mucho amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario